jueves, 6 de enero de 2011

060111

Correcto o incorrecto, bien o mal, aprobable o reprochable. Adjetivos que adornan una realidad cruda y áspera. Inócuos e inútiles. Sabores de una apariencia burda y cambiante. Es la purgación de las verdades ocultas y escondidas, aquellas bajo el mismo techo.

Desagradable e ilógico.. Poco sirven las palabras. Es una existencia, una realidad, un ente absorbente y terminal. Incomprensible, fatal... e inevitable.

Es el último tirón.. Donde ya no hay vuelta atrás. Las cartas echadas y las caras vistas.. Es el desenlace de los murmullos y los desvelos. La fiebre en su punto de quiebre...

Es el caer atemporal de una lágrima, escondida tras una ventana.. Es el acabose de la lógica y la calma.

Tormenta incalculable.. Truenos de odio y relámpagos de dolor.. No hay refugio, sólo resignación..

No hay cura, remedio, pócima o palabra.. Todo cae y se destroza frente a los ojos. Esquirlas de desengaño que hieren los sentidos... Desorientación y muerte.

Inequivalencia, inequidad, falta de uno y exceso de otro. Todo en la balanza subjetiva de ambos. No importa la ayuda, no importa el esfuerzo.. Sólo los resultados cuentan.

Todo cae, todo termina.


Es el final.