Son sólo demostraciones fantasiosas emanadas desde nuestro más íntimo y profundo ser. Son aquellas visiones que sonrojan a la lógica más simple. Es eso, lo inexplicable que colma al autor de sentido.
Existen, y es el desvelo de cualquiera. Es el nemesis del onus probandi. Es aquello que sólo podemos sostener por un frágil segundo. Es, y sólo es para un solo ser.
Una sinfonía de sensaciones, el desfile de la creación, sólo contenida por la mismísima limitación vital. Atípico génesis.
A veces, quisiera no terminar esa inexistente realidad.
Un chivo expiatorio
Hace 11 años