jueves, 30 de abril de 2009

Prórroga

Así es, comenzó más tarde esta vez. Pero soy así, y no lo cambiaría por nada.

¿O si lo haría?

No se lo que pasa, pero no es lo que realmente pasa por mi cabeza. Quisiera saber lo que se debe hacer en momentos como éste, pero a la larga me doy cuenta de que es mi propia acción lo que lo define, y no el legado ajeno. No es imparcial, es personal y creativo.

Sin embargo, no es por mi integridad el que me pregunte esto, sino por el de mi contraparte. Y es que en la confusión emerge una verdad universal: Me importa, y me preocupa. Supongo que es un indicio de la veracidad de todo esto, pero siempre he sido escéptico para estas cosas.

Y es por el hecho de una simple configuración, que no es harmónica. Pero es lo inmediato, y no lo profundo.. ¿Ha de ser tan importante?

Busco fundamentar lo contrario, pero mi propia argumentación se vuelve contra mi: Rompe mis principios fundamentales.

Meditar es lo que rehuso. Respuestas es lo que anhelo.

Tiempo es lo que necesito.

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